Unos pequeños muñecos realizados con castañas y palillos forman parte de las tradiciones infantiles dinamarquesas como ofrendas otoñales, pero también pueden adquirir un aire siniestro cuando se usan para firmar asesinatos.
Con la llegada del otoño, los chicos en Dinamarca van al bosque y recogen las castañas caídas; les agregan unos palillos que hacen de brazos y piernas -sin manos ni pies- y perforan los que serían los ojos del muñeco. Es una ofrenda tradicional que le hacen al espíritu del otoño. El caso Hartung comienza con una lenta barrida a una cantidad de muñecos de castañas que, lejos del inocente juego infantil, anuncian el aire siniestro que suele proponer el género noir de los policiales escandinavos.
La historia comienza con el hallazgo del cuerpo mutilado de una mujer, a quien le falta una mano y un ojo, y a su lado se encuentra uno de estos muñecos de castaña, a la manera de una firma. Los policías a cargo de la investigación no han prestado mayor atención a este detalle hasta que los forenses encuentran en el muñeco las huellas digitales de una nena desaparecida un año atrás, a quien se ha dado por muerta.
La madre de esta nena es Rosa Hartung (Iben Dorner), la ministra de Asuntos Sociales de Dinamarca, que ese mismo día, y todavía no recuperada del duelo, decide retomar sus tareas en el gobierno. El hallazgo de las huellas provoca una conmoción en la familia puesto que sugiere la posibilidad de que la nena siga con vida.
La detective Naia Thulin (Danica Curcic) está molesta por el compañero que le impusieron, Mark Hess (Mikkel Følsgaard), que en realidad está de paso en Copenhague y al parecer no se interesa demasiado en la tarea. La incomodidad entre compañeros policías es un clásico del género y ya sabemos que a lo largo de la investigación las cosas van a cambiar.
El autor de la novela sobre la que se basa esta historia es Søren Sveistrup, que también es el productor y guionista de la serie. Sveistrup es el responsable de Forbrydelsen y su notable versión estadounidense The Killing, una de las mejores del género.
La serie consta de seis episodios y recorre con pericia las dos líneas argumentales de la historia: la tragedia de la familia Hartung por un lado y la investigación de los dos policías obligados a trabajar juntos.
El hecho de que haya nenes involucrados en una historia de naturaleza tan macabra le agrega el toque de horror que los mismos muñecos transmiten desde el comienzo mismo. Es un típico producto escandinavo, esa zona del mundo de envidiable eficacia en su organización social, aunque también genera, al menos en la ficción, unos crímenes de sofisticada maldad. Puede verse en Netflix.