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Karima Benyaich Millán (Tetuán, 1961) ha sido protagonista en los últimos años de los vaivenes diplomáticos entre España y Marruecos. En 2020 fue convocada al Ministerio Exteriores para dar explicaciones sobre las palabras de un ministro marroquí que dijo que Ceuta y Melilla eran del reino alauita. Un año después, fue llamada a consultas a Rabat después de que España diera tratamiento médico en España al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, archienemigo de Marruecos. Estuvo diez meses fuera. Ahora, la relación bilateral vive un momento dulce, tras el giro dado por Pedro Sánchez a favor de la propuesta de Mohamed VI de mantener el Sáhara Occidental dentro del reino a cambio de darle autonomía.
Benyaich es hija del antiguo médico del rey Hasán II y conoce bien las cuestiones de Palacio. Atiende a El Periódico de España, del mismo grupo editorial, y Europa Press en el Hotel Westin Palace de la capital para una conversación en los aledaños de un foro para captar inversión en Dajla-Río de Oro, una región costera del Sáhara Occidental. Los movimientos pro-saharauis han protestado contra ese encuentro de negocios, porque lo consideran un intento de consolidar la ocupación de un territorio pendiente de descolonizar, según la ONU.
Hemos hablado con empresarios presentes en este foro de inversión sobre la seguridad jurídica para invertir en Dajla, habida cuenta de que es un territorio disputado, por descolonizar…
Dajla es una ciudad marroquí. Tenemos doce regiones, entre ellas Dakhla-Oued Ed Dahab, y todas las leyes que se aplican en el territorio marroquí se aplican en las regiones del sur. Tienen las mismas garantías, incluso con algunas ventajas para las regiones del sur. Es la puerta de África, el nuevo puerto atlántico. Su Majestad, en noviembre pasado, apostó por una nueva iniciativa del Atlántico para promover el desarrollo de todos los países africanos, incluidos los del Sahel. No podemos solo hablar de la violencia y el terrorismo, tenemos que ofrecer a esos pueblos las condiciones para desarrollarse […]
Hablamos del desarrollo de Dajla pero, mientras, en Ceuta y Melilla ha habido esta semana quejas de empresarios por el tema de las aduanas, que son muy importantes también para sus economías…
Bueno, espere: tenemos una hoja de ruta. Se han tomado decisiones. Los grupos de trabajo se reúnen. Hay muchos elementos técnicos que se tienen que trabajar.
Pero, ¿cree que puede haber una solución a corto plazo? Hay mucho malestar en Ceuta y Melilla con esta situación…
Todo tiene un proceso. Hay temas más sencillos que otros. Hay que hacer las cosas de la mejor manera, para no volver a lo que había antes: mujeres porteadoras y una pésima imagen de las aduanas. Era horrible. Hay que ofrecer a esas mujeres empleos en otras partes. Hay técnicos que se están reuniendo y se van a reunir para abordar estos temas. Se va a hacer. La hoja de ruta se va a respetar.
Al ministro José Manuel Albares le están apretando bastante las tuercas con este tema…
Sí, lo lamento.
Él dice que, por la parte española, está todo listo.
Bueno, se reunirán los ministros en el momento en que se decida. Somos un país destinado a llevarse lo mejor posible con España. Nos separan 14 kilómetros. Estamos destinados a llevarnos bien. Y mirad cómo está el mundo: convulso. Habláis de la región, y yo os invito a ver lo que pasa en la región…
Hemos visto aquí al embajador de Malí…
Siempre se habla de Marruecos como un problema, pero poco se habla de otros países. ¿Qué está pasando en la región? Marruecos es un país estable. ¿Quién colabora mejor con España, en todos los aspectos?
Han dicho que había más de seiscientos kilómetros de costa en la región. Pero los acuerdos de pesca con Marruecos están en entredicho [anulados por la justicia europea por no contar con el Frente Polisario]…
Nuestros negociadores y abogados están trabajando en esta cuestión. Saldrá de forma positiva.
¿Habrá un nuevo acuerdo de pesca?
En política se trata siempre de encontrar soluciones. Para eso estamos los diplomáticos y los expertos de ambos países y la Unión Europea. ¿Qué país quiere Europa frente a ella? Especialmente España, con 14 kilómetros que nos separan y nos unen a la vez. ¿Qué queremos? Desarrollo compartido. Puestos a prueba por el Covid, las guerras, los conflictos, ¿qué tenéis? Un país que tiene seguridad y desarrollo. Nosotros, bajo las directivas de Su Majestad, queremos compartir el desarrollo de Marruecos con nuestros hermanos africanos. Los que se dicen expertos en la región, los que hablan de nosotros, tienen que mirar qué pasa alrededor.
El Sahel…
Y qué hace Marruecos sobre todo eso.
Ha dicho que las relaciones con España son excelentes, ¿qué se puede mejorar?
Siempre se pueden mejorar las relaciones. No hay que olvidar que somos dos países vecinos con una historia muy rica. Compartimos una de las mayores civilizaciones del mundo. A nivel económico, hay unos avances excepcionales. España se ha convertido en una década en el primer socio comercial de Marruecos, con más de 20.000 millones de intercambios; Marruecos es el tercero fuera de la UE, tras EEUU y Reino Unido. A nivel político, solo podemos felicitarnos. Se respeta la hoja de ruta y los grupos de trabajo se reúnen en función de las necesidades para avanzar […] En Marruecos todo el mundo conoce España. Cada vez más turistas van a Marruecos, o estudiantes marroquíes escogen España como destino en las más grandes universidades del país.