Tras la derrota con Instituto, el DT suspendió el día libre de los jugadores para semblantearlos. Riquelme estuvo presente en la reunión.
Hugo Ibarra llegó al entrenamiento en Ezeiza, charló 10 minutos con sus jugadores y arrancó con la rutina del entrenamiento. Tenía previsto darle descanso al plantel, pero después de la derrota ante Instituto, prefirió reunirse con sus dirigidos. Los quería semblantear. El Consejo de Fútbol, con Juan Román Riquelme a la cabeza, estuvo presente. ¿Síntoma de respaldo o una manera de marcar la cancha? La pregunta que todos se hacen en Boca, de todos modos, es otra. ¿Qué será del futuro del entrenador?
Por ahora, Ibarra continuará en el cargo. Y nadie quiere abrir la boca. Al menos, públicamente. “Si decimos que está firme, parece que hay algo malo. Y no es el mensaje que queremos dar”, le dijeron a Clarín desde la dirigencia. La realidad es que las dos derrotas y los silbidos en la Bombonera hicieron ruido, no sólo de modo literal. También, puertas adentro.
A Román le molestaron los reproches del público, que en especial se dieron cuando salieron Pol Fernández y Sebastián Villa. Ibarra también lo sintió en carne propia. Por eso ayer les habló a los jugadores y utilizó las mismas palabras que en la conferencia de prensa, cree que Boca no estuvo a la altura.
Ahora, en Boca no están pensando en la salida inmediata del Negro. La queja pasa por el gol que le anularon a Darío Benedetto y el penal que no cobró Jorge Baliño en la última jugada del partido con Instituto. “Nadie habla de eso”, mascullan en el centro deportivo de Ezeiza, la base del Consejo, y en Brandsen 805, donde confluyen los dirigentes.
En la intimidad, unos y otros reconocen que Boca juega “mal”, pero advierten que está ocurriendo algo que antes no pasaba: no se consiguen los resultados. La preocupación está, de cualquier modo, más allá del duelo con los bahienses, un equipo del Federal A que llega entonado tras vencer 5 a 0 a Sol de Mayo de Viedma. La fecha que inquieta es el 5 de abril, cuando comenzará la Copa Libertadores de América, la obsesión que el club persigue hace 16 años.
En definitiva, todo dependerá del partido ante Olimpo, el sábado en Chaco por la Copa Argentina. “Se irá viendo día a día”, deslizan cerca del Consejo. Hay un dato que no es menor: el sábado, Román estará en España, invitado por Villarreal, que celebrará su centenario. Ante otro mal resultado, ¿es posible pensar en una salida de Ibarra con el vicepresidente-ídolo en el exterior? A Sebastián Battaglia lo despidieron Jorge Bermúdez y Marcelo Delgado en una estación de servicio. Todo puede pasar.