El mismo día en que Guillermo Mitchell se hizo cargo de la Dirección General de Aduanas, el organismo embistió contra Mercado Libre, una de las principales empresas del país. Como producto de una investigación comenzada en abril, el organismo que maneja el comercio exterior detectó que Mercado Pago (de Mercado Libre) y otra compañía (Ingenico) habrían importado supuestamente terminales de pago bajo una categoría aduanera diferente a la que le correspondía, según la acusación.
“Una investigación realizada a lo largo de los últimos meses le permitió a la DGA (Dirección General de la Aduana) denunciar y multar por irregularidades en importaciones de 400 mil terminales de pago entre 2019 y 2021 a las empresas Mercado Libre e Ingenico. La sanción total a ambas firmas que asciende a los US$ 15 millones”, comunicó ese organismo.
“Mercado Libre aún no fue notificado formalmente de ningún proceso administrativo”, informó esa compañía en un comunicado.
El desacuerdo nace a partir de las características de estas terminales. Desde 2016, Mercado Libre vende terminales de pago, que son las máquinas (también conocidas como “pos”) que permiten a los comercios aceptar pagos con tarjetas de crédito. Como parte de ese parte de ese proceso, en enero de 2020 avanzó con terminales de compra “inteligentes”, que tienen más tecnología. Además de las bandas para tarjetas, permiten generar códigos QR para pagos con medios electrónicos, como las billeteras en los celulares. El Gobierno viene alterando las operaciones de estas firmas.
“En octubre de 2021, un verificador de Aduana nos informó que teníamos que realizar las importaciones de Smart POS por una posición arancelaria distinta a la que Mercado Libre venía utilizando hasta ese momento. Este cambio fue el resultado de un nuevo criterio de interpretación por parte del verificador respecto a las tecnologías de cobro. Sin recibir una notificación formal, Mercado Libre procedió al cambio de nomenclatura”, expresó la empresa cuyo mayor accionista es Marcos Galperín, un empresario de simpatía pública con el ex presidente Mauricio Macri.
Las nuevas modalidades de pago jugaron un rol clave en la pandemia, cuando se buscaba que hubiera el menor contacto posible en operaciones comerciales cotidianas. El sector financiero abrazó esa posibilidad.
La diferencia es que las terminales “originales” no pagaban arancel de importación, mientras que las más modernas si abonan una tasa del 16%. El 0% de tasa en las primeras terminales fue una forma de estimular el uso de esa tecnología y los nuevos medios de pago.
Aunque en la Aduana no explicaron cómo se conforma la multa de US$ 15 millones, la misma sería por la diferencia entre terminales importadas sin arancel y equipos que debieron haber pagado un 16% de tasa. Eso corre tanto para Ingenico como para Mercado Pago. Además de compensar el saldo de ambas posiciones arancelarias, hay una penalidad por haber realizado esa operación.
Hay una caracterización de los productos importados en la que la Aduana y Mercado Libre difieren. La compañía entiende que las terminales más antiguas nunca estuvieron gravadas por el fisco y que, por ende, no les correspondería el pago de la multa.
“La descripción de la posición arancelaria no se encuentra alineada con exactitud a las nuevas tecnologías de Smart POS que Mercado Libre y empresas competidoras están importando”, observa Mercado Libre. La acusación también recae sobre Ingenico, una firma especializada en terminales de pago. Es proveedora de Mercado Pago (de Mercado Libre), pero también de otras empresas del sector financiero y tarjetas de crédito.
“Luego de que fuimos informados del cambio de criterio estamos importando con la interpretación del escenario más alto de tasas aduaneras. En paralelo, estamos siguiendo el proceso para determinar la clasificación arancelaria correcta dado la nueva tecnología que estamos importando”, puntualiza Mercado Libre.