La reunión será en el piso 12 del edificio del Fondo Monetario Internacional, a pocas cuadras de la Casa Blanca. El escenario habitual puede estar algo modificado por la pandemia y porque algunos de los protagonistas pueden participar de forma virtual. En la sala vidriada hay una mesa ovalada, donde se instalarán los representantes de los países miembros del Fondo, con la directora ejecutiva Kristalina Georgieva presidiendo la sesión, más los técnicos que explicarán los detalles de lo que se va a analizar en este encuentro clave para la Argentina y su futuro. Otros funcionarios podrán mirar lo que ocurre desde una segunda fila. Habrá expectativa porque se trata del mayor préstamo de la historia del organismo.
Este viernes el directorio ejecutivo decidirá si da luz verde al programa que otorga 45.000 millones de dólares a nuestro país para refinanciar la deuda contraída en 2018, un plan que ya fue aprobado por el Congreso argentino en medio de una gran polémica, pero que necesita el visto bueno final del board del Fondo para que entre en vigor.
Todo indica que el acuerdo será aprobado sin sobresaltos, según espera el gobierno de Alberto Fernández y también se estima en los círculos decisivos de la capital estadounidense y Wall Street.
Si bien pueden existir observaciones de algunos países sobre distintos aspectos del programa, buena parte de la decisión depende de Estados Unidos, que por el tamaño de su economía es el miembro de mayor peso y voto en el board.
El gobierno de Joe Biden no ha expresado oficialmente su posición en la reunión del directorio, pero el Tesoro avalará el plan que el ministro Martín Guzmán y los técnicos del Fondo Julie Kozack (subsecretaria para el hemisferio Occidental) y Luis Cubeddu (el jefe de misión para nuestro país) han preparado durante meses. En un mundo cada vez más convulsionado, no necesitan sumar frentes de tormenta en el Cono Sur.
En la reunión de este viernes, Kozack y Cubeddu presentarán el staff report, un informe técnico que ya está firmado por Georgieva, que es el documento que explica la situación del país y manifiesta la visión de las autoridades técnicas. O sea, lo que el staff recomienda hacer y los motivos por los que hay que asignar el nuevo programa que es de acceso excepcional por el monto que se pide.
El staff report lleva adjuntos la Carta de Intención y el Memorando Técnico y el de Políticas, que son los documentos que salieron a la luz el 28 de febrero y se presentaron para el examen en el Congreso argentino.
El acuerdo fue definido por funcionarios del Fondo como “realista, pragmático y creíble”. Es de Facilidades Extendidas (EFF, por sus siglas en inglés) y fija un período de gracia de 4 años y medio, por lo que los primeros pagos se concretarán desde 2026 y se extenderán hasta 2034.
La Argentina deberá reducir el déficit fiscal, un eje fundamental del plan. Se fijan metas de rojo primario de 2,5% del PBI en 2022, de 1,9% del PBI en 2023 y de 0,9% en 2024. Además, deberá disminuir el financiamiento monetario para reducir la inflación.
Establece también una eliminación gradual de subsidios para la energía, con lo que se revisarán las tarifas y las subas más importantes se darán en “aquellos sectores con mayor capacidad de pago”. La reducción de subsidios a la energía se prevé en 0,6% del PBI, algo que está en dudas ahora por la escalada de precios por la guerra en Ucrania.
El Gobierno jura que no habrá “ajustes” y tampoco hay reformas estructurales, por lo que muchos analistas en Washington consideran que es un acuerdo demasiado “light”, que no ataca los problemas de fondo y una manera de postergar cirugías mayores para más adelante.
En la sesión de este viernes, los directores de los distintos países harán sus comentarios y observaciones. El representante argentino, Sergio Chodos, defenderá el camino que propone el Gobierno.
Según dijo a Clarín el ex director ejecutivo de Estados Unidos ante el Fondo, Mark Sobel, algunos países querrán saber si los detalles del programa cuadran, si el programa es lo suficientemente fuerte para lograr la estabilidad, si cumple con las normas apropiadas del FMI (sobre todo las de acceso excepcional) y si la “propiedad” del programa por parte de Argentina es adecuada.
Cuando se habla de “propiedad”, significa si el programa tiene apoyo político interno, algo que quedó en duda tras las fuertes discusiones en el Congreso, sobre todo dentro del oficialismo De hecho, La Cámpora publicó este jueves un video, en ocasión del Día de la Memoria, en el que criticó al FMI y al ex presidente Mauricio Macri por haber endeudado al país. Y Martín Guzmán pasó toda la semana en París.