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Viaje al interior del iPhone de Baratta y cómo Cristina le pedía datos a De Vido para denunciar a Macri

La vicepresidente Cristina Fernández se involucró de forma personal en la defensa en casos de corrupción que señalaban como principal sospechoso del cobro de supuestas coimas a quien fue su ministro con mayor poder, Julio De Vido, titular del Ministerio de Planificación Federal durante las tres presidencias de los Kirchner.

No solo eso: es también ella la que planificó “Operaciones Políticas” para intentar desligar a sus ex funcionarios de esos actos espurios, intentando vincularlos al ex presidente Mauricio Macri y empresas de su familia.

La información se conoce gracias a la extracción del contenido que de un celular marca Iphone que usó durante años el ex subsecretario de Control y Coordinación del Ministerio de Planificación Federal, Roberto Baratta, uno de los funcionarios de mayor confianza del matrimonio Kirchner.

De acuerdo a la causa conocida como “Cuadernos de las Coimas”, Baratta fue tal vez el principal recaudador de sobornos que le cobraba a empresarios vinculados a negocios con el Estado K.

Esa investigación, elevada en parte un juicio por vía oral y Público, causó estrépito desde que el fiscal Carlo Stornelli, junto al juez ya fallecido Claudio Bonadio, lograron que algunos de los dueños de las principales empresas de la Argentina declarasen como “arrepentidos”, confesando el pago de esas coimas.

La hipótesis judicial es que la actual vice y su marido Néstor Kirchner usaron al Estado para liderar un sistema de recaudación de coimas que habrían ascendido a cifras multimillonarias en dólares. El contenido del iPhone de Baratta fue entregado a los investigadores de esa causa el 1 de noviembre de este año.

De acuerdo a comunicaciones que Baratta mantuvo durante el año 2016 y 2017 con De Vido, entre otros funcionarios, la hoy vicepresidenta tuvo un rol relevante en el plan defensivo de De Vido.

Clarín adelantó parte de esta trama.

De acuerdo al material que consta en la Justicia, De Vido le contó a Baratta el 10 de julio del 2017, que “la jefa” (en alusión ineludible a Cristina Fernández) públicas de su gestión. Es por eso que el ex ministro le escribe al dueño del iPhone que “hay que apurar con. Fatala el laburo q nos pidió la jefa ”.

Fatala es Abel Fatala, quien ocupó un cargo en el ministerio de Planificación Federal: subsecretario de Obra Pública.

Baratta le responde a su jefe así: “Ok ayer hable con Abel un par de veces…”, además de aludir a cuestiones privadas de la familia de De Vido.

El 11 de julio del 2016, De Vido le insiste a Baratta: “Mañana temprano venite con Bonetto y Fatala coordina un horario que ya tengo la idea de lo q le falta al trabajo que pidió la jefa” (sic).

Por las charlas entre De Vido y Baratta, lo que había pedido “la jefa” estaba vinculado a detalles sobre múltiples obras públicas que ya estaban siendo investigadas en varias causas judiciales.

La actual vicepresidenta está procesada en un juicio oral en desarrollo en la actualidad en la que se la investiga como la jefa de una asociación ilícita que benefició a su ex socio en los papeles, el ex monotributista transformado en súbito magnate de la construcción de infraestructura financiada por el Estado, Lázaro Báez. En ese proceso también está entre los acusados ​​otro de los empresarios que gracias a sus contratados con la gestión de los Kirchner, en rubros de diferentes mercados, acrecentó su fortuna: el ex rey del juego, Cristóbal López. Tanto Báez como López eran “clientes” de los Kirchner en sus emprendimientos hoteleros e inmobiliarios: les pagaron montos millonarios para rentar sus comercios turísticos y varias de sus propiedades.

En el iPhone de Baratta se detectó otro mensaje que De Vido le manda a su subordinado, a quien considera “un hermano”, en el que también le indica que “Cristina” necesita información pero sobre otros negocios bajo pesquisa judicial.

Esta vez, el interés de la actual vicepresidenta estaba enfocado en el caso de corrupción transnacional de la principal constructora de Brasil, Odebrecht, que desató escándalos de pagos de coimas en todo el continente, Incluida la Argentina. En nuestro país, una de las obras públicas más importantes que realizó esa empresa, en asociación con compañías nacionales, y que según “delatores” de la firma brasileña se materializaron gracias al pago de sobornos a funcionarios nacionales, es el llamado “soterramiento” del ferrocarril Sarmiento. El proyecto era mayúsculo: mediante una tuneladora esa línea de tren pasaría por debajo de la tierra para liberar las vías y pasos a nivel eternos que dificultan el paso de autos y personas durante largos kilómetros en paralelo a la avenida Rivadavia.

La estrategia de la hoy vice, y también la de Vido, era enfocar las posibles coimas cobradas en el país solo en la constructora IECSA, que participó desde el inicio de ese megaproyecto urbanístico. Esa empresa era propiedad de Ángelo Calcaterra, primo hermano del ex presidente Mauricio Macri.

El 22 de diciembre del 2016, De Vido le escribió un mensaje a Baratta que decía lo siguiente: “Cristina me pidió poner q la obra más importante que tienen en la Argentina es el soterramiento la tienen con Calcaterra pone ademas del gasoducto este de córdoba si es que allí son socios y que solo nombraron intermediarios como receptores del dinero q los identifiquen y de haberlos indique cómo cuando ya quien le entregaron el dinero ”(sic).

El 29 de octubre del 2016, De Vido le pidió a Baratta que le envíe “lo antes que puedalo que pidió la sra le dar los datos antes q axel”.

Ese texto da un sentido que el ex ministro de Planificación Federal mantenía una interna feroz con quien fue el ministro de Economía de la última gestión de Cristina Kirchner, quien luego fue diputado nacional, el hoy gobernador bonaerense Axel Kicillof. Los enemigos internos en el kirchnerismo del más poderoso ministro de ese espacio eran además del actual Procurador del Tesoro Nacional, Carlos Zannini, y el hoy ministro de Seguridad, Aníbal Fernández. De Vido se enojó muchísimo con éste último cuando hizo declaraciones respecto a los bolsos con dinero en efectivo con el que fue encontrado “in fraganti” el ex secretario de Obras Públicas, José López.

Ya se darán a conocer las opiniones que De Vido tenía respecto a Fernández (Aníbal) y cómo buscó responderle acusándolo de cometer delitos. El iPhone de Baratta es un estallido de información que desnuda la trastienda de las estrategias políticas y jurídicas de Baratta y De Vido. Ambos fueron detenidos por la Justicia, primero, por los casos de desmanejos de fondos en la minera Río Turbio, en Santa Cruz, y también por el pago de supuestos sobreprecios en la compra de Gas Licuado. Hoy están en libertad pero siguen afrontando múltiples causas de corrupción.

Entre ellas, el juicio oral y público por los “Cuadernos de las Coimas”, el expediente que provocó el arrepentimiento histórico de los empresarios nacionales que admitieron en sede judicial haber pagado sobornos y, como ya se dijo, también la confesión de ex funcionarios que contaron detalles de cómo los cobraban y los transportaban en bolsos a la propia Residencia Presidencial Olivos (RPO), o un departamento que es propiedad de los Kirchner que está ubicado en la calle Juncal, en La Recoleta, donde los recibía, según testigos, el secretario privado histórico del ex presidente fallecido, Daniel Muñoz, que tras dejar la función pública vivió como un verdadero magnate. Murió de cáncer.

Entre medio de los pedidos de informes que le solicitaba De Vido a Baratta para elevar a la actual vicepresidenta, también se detectaron mensajes de reuniones personales que mantuvieron en medio de esta historia el ex ministro de Planificación Federal con “la jefa” Cristina.

Por ejemplo, el 12 de agosto de 2016, Baratta le pregunta vía chat a su jefe de Vido “Cómo te fue con la señora (por la hoy vice Kirchner).

De Vido le responde “muy bien le gustó cómo se planteó el laburo de los agregados que la haremos de acuerdo a los que hablamos hoy”.

El 12 de agosto De Vido le cuenta a Baratta que “hoy hablé de nuevo con ella”, y agrega: “Todo muy bien”.

El 15 de agosto. De Vido, con la insistencia de un tapir, le vuelve a pedir a Baratta que “no se olviden de terminar el laburo que pidió la señora”.

Y repite: “El de Fatala”.

¿Por qué era tan importante ese trabajo de Fatala?

El ex ministro lo había explicitado en un mensaje al iPhone de Baratta enviado el 28 de julio del 2016: “Lo veo medio dormido a Fatala mira bien lo de vialidad porque Periotti (ex titular de ese organismo que pagaba las obras públicas cuestionadas por la Justicia ) no les esta dando los datos ponete al frente sino nos perjudicamos nosotros juga de 5 si.no nos cagarán…. ”.

De nuevo es De Vido el que le cuenta a Baratta que estuvo con Cristina Kirchner y le detalla que “ahi hablé con la Sra. le explique lo de vialidad y cómo se lo íbamos a trabajar y le pareció bien apurá la discriminación nación provincia en cada distrito y porcentaje total ”.

La idea de ese informe es la que finalmente usó la hoy vice para defenderse de los supuestos beneficios que como Presidenta le habría otorgado a su socio Lázaro Báez: las órdenes de pago y otras burocracias de las obras públicas pasaban por vía vialidad nacional pero era cada provincia y cada municipio el responsable final del camino que terminaba con los fondos públicos en las empresas vinculadas a los K.

El 24 de agosto del 2016, otra vez, De Vido le dice a Baratta que vaya a su casa para terminar el trabajo sobre vialidad, que también se haría sobre las áreas que tenía a su cargo para deslindar responsabilidades posiblemente penales en las provincias y municipios que recibían los fondos para “vivienda escuelas financiamiento de energía comunicaciones…”.

De Vido estaba a esa altura del año exultante con el involucramiento de Cristina Fernández en toda esta trama bajo sospecha absoluta de corrupción de acuerdo a la Justicia. De Vido y Baratta fueron procesados ​​en varias causas al respecto. Pero para eso faltaba todavía: “Hijo de puta es brillante la jefa está como loca con lo de vialidad va a salir con todo”, se había entusiasmado el ex ministro ante a su subalterno favorito el 16 de agosto del 2016.

Creía que junto a ella obtendría un salvoconducto que lo ayudara a solucionar sus problemas penales.

Todo empeoró.

Fue preso, como se dijo, tras ser desaforado en la Cámara de Diputados el 25 de octubre del 2017.

El 1 de agosto del 2018, tras una investigación secreta, el fiscal Carlos Stornelli y el juez Claudio Bonadio lanzaron la mayor redada en una caso de corrupción de la historia nacional.

Habían trabajado durante meses en el caso “Cuadernos de las Coimas” gracias al aporte que hizo el periodista de La Nación, Diego Cabot: el remisero de Baratta, quien lo llevaba a recolectar coimas por Buenos Aires durante años, había anotado con detalle esos pasamanos de bolsos con millones de dólares.

Ya en la cárcel, triste y con la lejanía de las fanfarrias que endulzan los oídos de los funcionarios con poder, Cristina Kirchner dejó de ser la dirigente “brillante” que describía De Vido para pasar a ser descripta por él mismo, en declaraciones públicas, como una “traidora”.

En octubre del 2017, ella había dicho en una entrevista que “no ponía en las manos en el fuego por De Vido”.

Ahora se sabe que lo ayudó en su defensa y en sus operaciones.

Hasta que fue preso.

El Iphone de Baratta contiene más sorpresas. Muchas más.

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