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Mariel Fernández, la única intendenta de los movimientos sociales: “En 2017 me tuve que ir de mi casa porque entró una banda narco”

Su contraste con el resto de los intendentes del conurbano es notorio. No solo es mujer y feminista en una política a la que describe como machista, sino que es la única jefa comunal que llegó de la mano de la militancia en los movimientos sociales. Supo cortar rutas para protestar y hoy critica a quienes cortan por “utilización política”. Hija de una víctima de la inseguridad, vivió en carne propia la violencia narco.

Mariel Fernández, integrante del Movimiento Evita, gobierna Moreno desde 2019. En pocos meses avanzó con estatizaciones y asegura haber conseguido superávit. Desde su concepción comunitaria está enojada con los supermercadistas por la falta de colaboración durante la pandemia y revela las tensiones con distintos actores que tienen vínculo con el Estado.

El ambiente zen que podría dar el sonido de pájaros que sale desde su computadora contrasta con la crudeza de esa experiencia que ahora suma a la tensión de la gestión, en uno de los municipios más pobres del conurbano de la Provincia de Buenos Aires.

No necesita elevar la voz para mostrar firmeza y le advierte a los hombres: “Si no me quieren escuchar, me van a escuchar, porque hablo siempre”.

Al oeste de Buenos Aires, dentro del tercer cordón del conurbano, donde las palabras del marketing político para seducir electores choca con la realidad más dura, Fernández medió entre los dueños de grandes terrenos privados y productores rurales para que alquilen sus tierras y así evitar las tomas, que en los primeros ocho meses de 2020 llegaron a 130 intentos.

La intendenta de Moreno, Mariel Fernández, está casada con Esteban “El Gringo” Castro, de la UTEP. Foto: Lucía Merle

Está casada con Esteban “El Gringo” Castro, secretario de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), el primer sindicato conformado por movimientos sociales, que cuenta también con Juan Grabois entre sus impulsores. Arrancó su militancia social en una red de apoyo escolar, a la que se sumó tiempo después de la muerte de su padre, producto de las heridas de un disparo en un intento de robo en José C. Paz, a mediados de los ’90.

En un despacho con casi una decena de fotos de Eva Perón, y una junto a Cristina Kirchner en la antesala de su pequeña oficina, Mariel Fernández dialoga con Clarín sobre el narcotráfico, que también alteró su vida, los precios de los alimentos, los intendentes del conurbano, las elecciones y rol del Estado en un municipio pobre.

─En las PASO Juntos ganó en la Provincia, en Moreno el Frente de Todos. ¿Qué análisis haces?

─Pueden ser varios factores, la pandemia sin ninguna duda. No nos olvidemos que murieron personas. Hay familias que perdieron familiares, uno, dos, tres. Hay gente que quedó muy mal. Todavía no vamos a saber las consecuencias de haber tenido covid, pero muchas personas quedaron con depresión. Hay personas que han quedado con secuelas.

─¿Esa es la recepción que te da la calle?

─Soy de andar bastante, cuando se van haciendo las obras me gusta estar, ir hablando con los vecinos. Y me encontré más que enojo un desgano. Me decían: ‘Casi se murió mi esposa, la estoy cuidado, no tuve ganas de ir a votar porque sé que la importante es la general‘. Y después, mucho desgano. Seguramente tampoco incentiva la situación económica, la inflación, es una problema que todavía no se puede resolver. Cuando camino Moreno la gente no me manifiesta un enojo con el gobierno nacional.

Mariel Fernández ganó la intendencia de Moreno en 2019. Foto: Lucía Merle

─Ese video que se viralizó de un vecino reclamándote en Cuartel V -localidad del Partido de Moreno- decía que estaba la obra iniciada y se paró.

─Se paró porque se había roto la asfaltera, porque son cosas que pasan. Vamos apagando incendios. A veces tenes que priorizar barrios que quedaron aislados porque se rompió tanto la calle que no entró más el colectivo. A veces tenes que parar en un lado que tienen accesibilidad y tenes que ir a resolver la urgencia de 10 barrios que quedaron aislados. Esa obra se volvió a empezar. Entiendo que a ese hombre se le murió la esposa de covid, había mucho enojo. Se había parado la obra una semana y media, se rompió la asfaltera, que se reparó en tres días.

─Cristina Kirchner cuando cerró el acto en Tecnópolis dijo que temió por el impacto del coronavirus en el conurbano…

─Había mucho temor por el conurbano y por Moreno. Todos creían que Moreno iba a estallar por la situación en la que agarré el Municipio, pero también porque somos una gestión de mucho arraigo territorial. Al venir de los Movimientos Sociales y al haberme criado en un barrio humilde estoy muy acostumbrada a la organización comunitaria y a dar respuestas, a veces sin participación del Estado. Inmediatamente convocamos a todas las organizaciones, a todos los partidos oficialistas, opositores, a todas las Iglesias, clubes de fútbol y realmente se hizo un trabajo muy grande con los preventivo del covid y el abordaje del territorio.

─¿Cómo fue ese abordaje?

─Nuestra primera secretaria de Salud fue una promotora de salud, no puse a un médico o médica. De todos los profesionales que entrevisté muy buenos, nadie tenía la mirada de la organización comunitaria de la salud, que tiene que ver con todo lo preventivo. La primera secretaria de Salud se formó en el Movimiento Evita y estuvo acompañada por dos profesionales de la salud, que hicieron un trabajo excelente.

─¿Cuál es ese diferencial?

─Ella me contaba que otros municipios se quejaban porque estaban haciendo cuatro operativos Detectar por mes y acá estábamos haciendo cuatro por día, que es un montón. Lo logramos porque había una gran participación de la comunidad, porque la primera etapa del detectar fue de rastreo y había un cuestionario que lo podía hacer desde la gente de Caritas, que lo hizo, hasta la gente de los clubes, siempre con una posta con profesionales.

La intendenta de Moreno, Mariel Fernández, votó en Cuartel V.

Estatizaciones, calles de tierra y la lentitud del Estado

─Hace dos años, en una entrevista con Clarín dijiste que Moreno era el municipio en peores condiciones de la Provincia. ¿Cómo está hoy la situación?

─Se hicieron muchas cosas en poco tiempo, de hecho tenemos superávit. Tuvimos que tomar decisiones fuertes para lograr eso. Una que hicimos apenas asumimos fue sacar a la empresa de recolección El Trébol, se llevaba más del presupuesto municipal. La situación de pobreza de este municipio mucho tiene que ver con esa empresa. No solo era cara sino que era totalmente ineficiente el servicio. Agarré este municipio con 400 basurales espontáneos, al no haber recolección había arrojo en cualquier lugar.

─¿Ahora es 100% estatal?

─No fue fácil. Se hizo una propuesta mixta entre el Municipio y una cooperativa del sindicato de Camioneros. Nos produjo un ahorro inmediato y una mejora en el servicio muy grande. Había barrios enteros que no tenían recolección, principalmente los barrios populares que le decimos ahora, pero son asentamientos, para que se entienda en un lenguaje común.

─Hubo más servicios municipalizados.

-Sacamos una empresa que tenía tercerizado el servicio de cobro de tasas generales, que era TIPSA. Eso fue porque de las tasas emitidas se cobraba solo el 25% y la empresa se llevaba el 31%, entonces se llevaba más de lo que se recaudaba prácticamente. Además el servicio casi que lo prestaba la Municipalidad, era una cosa que no se entendía bien porque estaba.

─También pasaron a controlar el estacionamiento medido en el área central.

─El estacionamiento medido en realidad no hace tanta diferencia pero todo nos suma. No es que crea que no tenga que existir la inversión privada en algunas cosas, pero no en aquello que el municipio puede resolver.

La intendenta de Moreno, Mariel Fernández, y un acuerdo con el Pablo Moyano del gremio Camioneros.

─¿Lo resolviste con empleados municipales o cooperativas?

─Claro, con trabajadores municipales y cooperativas. Además pudimos comprar el software. Siempre se construyen cosas como si fueran imposibles, ‘No, el tema es el software’. El software se contrata, se compra, se diseña. No es imposible.

─¿Te referís al programa para el cobro de tasas?

─No, al estacionamiento medido. Y pudimos comprar un software en cuotas, que se fue pagando con la misma recaudación y ya lo pagamos y es nuestro. Eso impactó inmediatamente en los trabajadores municipales porque en Moreno cobraban el día 20 o el 15. Estaban todos recontra endeudados. Cuando pudimos hacer lo de El Trébol pudieron cobrar el día 8, el otro mes al día 5 y al otro el primero del mes.

─Difícil retener a los empleados así…

─Esta semana hicimos un reconocimiento a los profesionales de la salud porque el escalafón estaba muy bajo y cobraban casi como cualquier trabajador municipal. Así que pasamos a planta a personal de salud que hace años es temporario y se le mejoró el salario en un 60% a todos los trabajadores de la salud que se nos iban. No reteníamos a nadie en Moreno.

Mariel Fernández, la intendenta peronista de Moreno. Foto: Lucía Merle

─¿Y en infraestructura?

─Empezamos a comprar maquinaria, viales, camionetas, las máquinas para poner las luminarias. Un vactor, que siempre se lo pedíamos a AySA, que es un extractor que se mete en las alcantarillas y te saca todo el barro, toda la basura y permite que no se inunde. Tenemos asfaltera municipal, compramos asfalto con presupuesto propio, con recaudación del municipio, con este superávit. Todos los días se están haciendo asfaltos en Moreno.

─¿Cuántas calles de tierra hay en Moreno?

─Calculamos que son 25 mil calles de tierra, por eso la planta se usa todo el tiempo. Cuando se rompe nos queremos matar, la usas tanto y se rompe. La volvemos a arreglar y ahí vamos. La capacidad de la planta es entre cuatro y cinco asfaltos por día.

─¿Asfaltos es una cuadra?

─Sí. Tenemos 25 mil, así que… Pero bueno, no se hacía nada. Eso nos sale 40% más barato, pero otra cosa que no había visto de beneficio de tener una planta asfáltica es la autonomía. No tener que gestionar con el Estado, el Nacional o Provincial, las gestiones son lentas. A veces podes estar gestionando un año y medio un asfalto. Y acá mientras tengamos el material y la planta funcione, vamos trabajando. Se arregló todo el centro de Moreno.

─Algunas de las asfaltadas también están rotas.

─Tenemos cinco mil cuadras asfalto rotísimo que estamos arreglando. Se arregló el centro de Moreno y Paso del Rey, creo que en Paso del Rey nunca se había hecho bacheo, se está haciendo bacheo de hormigón, que a veces es una cuadra. Al principio teníamos unos vecinos enojados porque quedaba todo Moreno cortado, no podías andar. Necesitamos hacer todo rápido para poder seguir sacando proyectos.

─¿Algunos de esos bacheos de hormigón son de Nación?

─Sí, con Katopodis. Fue como la primera cosa, bacheo, juntas, alcantarillas, esa obra está prácticamente finalizada. Ahora sí disfrutan de la obra porque se puede andar sin sobresaltos. Estamos en récord de obras en Moreno con pandemia. En salud tenemos 42 salas de atención primaria, pero entre las que pusimos a nuevo y las nuevas son 16 edificios en perfectas condiciones. Los trabajadores no tenían insumos para trabajar en las salas. Todos esos cambios se hicieron inmediatamente.

Tomas de tierra, negociación con privados

─Desde diciembre de 2019, cuando asumiste, hasta fines de agosto del año pasado hubo 130 intentos de tomas en Moreno y este año según los datos de la fiscalía bajaron a 50 intentos.

─Se hizo que el Estado pudiera hacer una planificación sobre las tierras. En las tomas por una parte tenes la necesidad de la gente pero también tenes organizadores. Por ahí tenías un corralón que loteaba un lugar, instalaba una sede ahí y estaba haciendo un negocio, no tenía que ver con tomas organizadas por familias. Hemos encontrado casos de gente que compró el terreno por una publicación que sale en el diario en Paraguay que te venden el terreno más un pasaje para venir a Moreno. Hay mucho de eso también, hay necesidad y bandas organizadas haciendo negocio con la tierra, que está ociosa también.

Apuntalada por Máximo Kirchner, Mariel Fernández le ganó la PASO 2019 al intendente Walter Festa.

─¿Cuál fue la solución?

─Lo que hicimos en las zonas rurales fue trabajar con el privado, diciéndoles que si no cuidaban esa tierra se la iba a quedar el municipio. Modificamos una ordenanza existente donde se podía generar una vacancia si el privado no cuidaba la tierra. Porque sino le genera un montón de gastos al Estado, un municipio tan pobre como Moreno haciéndose cargo de lo que el privado no se hacía cargo.

─¿Qué reacción hubo por parte del privado?

─Empezaron a cuidar la tierra y accedieron a propuestas que veníamos haciendo como la creación de parques agroecológicos. Sentamos al privado con productores y se llegaba a un acuerdo. No que le prestaran la tierra al productor sino que el productor pudiera alquilar esa tierra a un costo que pudieran pagar, a un precio justo de alquiler de la tierra. Con el respaldo de un convenio del municipio que tiene que durar 10 años. Hicimos de mediador.

─¿Aceptaron la propuesta?

─La propuesta del parque agroecológico, sin agroquímicos, fue algo beneficioso para todos. Los privados aceptaron. Ahora hay cuatro parques. Y hubo reubicaciones. Cuando arrancamos la gestión en Moreno, el predio la Bibiana, tenía un desalojo inminente porque es un predio muy bien ubicado, que había hecho la denuncia. Hicimos todo un relevamiento para ver qué familias había ahí, de ahí surgió que había muchas mujeres que venían escapando de violencia de género, o mamas solas con hijos. Así que hubo una propuesta de reubicación antes del desalojo, fue mucho trabajo y así se creó el barrio Manantiales, en Moreno Sur. Donde también comprometimos al privado para que diera tierras. 

─¿Eso asusta al privado, al que quiere invertir?

─Están radicándose en el segundo parque industrial 50 industrias para producir, es el que está en obra en Ruta 24. En Cuartel V están los dos parques municipales. El primero que cuando asumí ya habían vendido todas las tierras, pero solo tiene nueve industrias, y lo que cortamos fue la especulación con las tierras del parque industrial. Para el que compre la tierra sea para una industria no para hacer una inversión inmobiliaria. El segundo parque, que ese si es como que lo estamos armando nosotros, ya está destinada la tierra, por ahora tiene un mínimo de infraestructura, y ahí se mudan 50 industrias, ya se están mudando.

Mariel Fernández, es integrante del Movimiento Evita. Foto: Lucía Merle

─¿De qué rubros?

─La más grande que viene es un empresario de Moreno que tenía su industria en Tigre, que hacen ómnibus completos, no ensamble, todas las piezas, que es para 300 trabajadores. Una actividad bien industrial, después textiles entre otras.

La pobreza en la política y la violencia narco

─Hace pocos días Pérsico dijo “Tenemos que llenar la política de pobres para construir el bien común“. Habiéndote criado en un barrio de bajos recursos en Cuartel V ¿sos la representación de esto que pide Pérsico?

─Notoriamente imprimimos una práctica distinta. Se fue dando con el neoliberalismo como una descomposición en la política, donde se terminan comprando voluntades. Y yo trato de convencer, que eso es bien peronista, ‘Hay que persuadir‘ decía el General Perón y nuestra convocatoria es para sacar adelante a Moreno, no para comprar voluntades. Y eso es disruptivo, por lo menos en la política local. Tratamos de convencer, de que trabajemos todos en el cuidado de la casa común, tomo muchas cosas del Papa Francisco. Nos expresa y nos entiende mucho en su mensaje. Claramente el tema de ser mujer y de venir de los movimientos sociales y de un barrio humilde creo que hay otra impronta en la gestión municipal.

─Hay diferencia en la gestión entre los políticos con patrimonios millonarios y los que vienen de la pobreza…

─No abro juicio de valor. Hay mucho machismo en la política. Siempre soy más cuestionada que si fuera un varón pero ahí vamos. Sentimos que estamos bien.

─Hablas en plural…

─Sí, porque es así. En mi discurso vas a escuchar lo colectivo porque es la historia nuestra. No creo en los superhéroes, si puedo estar a cargo de la gestión, en un contexto y en un municipio tan difícil, es porque hay un proyecto de un conjunto de personas. Esta gestión no la llevas adelante cumpliendo las cosas administrativas. El sacrificio de mis compañeros y compañeras es impresionante.

─Conoces muy bien Cuartel V y un tema que excede lo municipal es el narcotráfico, ¿tuviste amenazas?

─Sí, muchas veces. Me tuve que ir de Cuartel por eso. Entró una banda a mi casa. Me tuve que ir en 2017 de Cuartel V, no me fui porque quería. La realidad que me empezaba a pasar era que mi figura se empezaba a hacer pública y nunca estuvo muy claro qué fue lo que entró a mi casa. Una banda narco, no sé si la mandaron, si estuvo vinculado a la muerte del compañero César Méndez, militante de La Dignidad (N. de R. César Méndez fue asesinado de un disparo en diciembre de 2016 en Cuartel V), porque fue amenazado el cura y después entró a mi casa esta banda narco.

─¿Cómo está la situación?

─Está mucho mejor, este último tiempo puede que haya crecido un poco por el tema de la apertura, por el tema de la pandemia haya más robo porque volvieron a sus “actividades”. Pero es la posición firme de esta gestión municipal de trabajar articuladamente con la Justicia y con el Ministerio de Seguridad para atacar el narcotráfico y lo estamos haciendo.

─¿Te escuchan?

─Sí, cuesta pero hay compromiso también. Es un tema muy complejo. En Moreno no tenemos cocinas, hay mucho narcomenudeo que hace mucho daño porque los jóvenes por ese narcomenudeo mueren, porque hay mucho enfrentamiento entre jóvenes. Siempre hay propuestas integrales. En el tema de seguridad hay políticas que son municipales, hicimos un programa que se llama “Comunidad”, donde acompañamos a jóvenes en conflicto con la ley.

El despacho de Mariel Fernández, intendenta de Moreno. Foto: Lucía Merle

─¿Contención?

─Hay pocas propuestas para los jóvenes de los sectores populares. Si no tenes propuestas de trabajo, de práctica deportiva, para terminar sus estudios y la verdad que hacen lo que tienen al alcance de la mano. Están en etapa donde están desarrollando su identidad y hacen ese proceso en contexto marginal. Armamos una propuesta local, porque el Estado brinda lo de patronato de liberados pero nada para los jóvenes en conflicto con la ley. Comenten un delito, están detenidos unos días, les queda una causa y después nadie los acompaña, ni en el tratamiento de sus adicciones, ni en darles trabajo, ni en contención. 

Los intendentes, el machismo y la gestión

─Hablaste de machismo en la política. ¿Los intendentes te integran?

─Cuando hay muchos hombres tienen un lenguaje común, entonces a veces quedo afuera del diálogo. Hablan de fútbol y hablarán de mujeres cuando no estoy, supongo… Hay etapas, a veces hay enojos con los movimientos sociales y a veces se traslada ese enojo a mí. Son respetuosos conmigo. Son etapas, hablamos más, otras veces menos. Entiendo la situación, no me enoja. Trato de tener buen vínculo con todos, visitar en la medida que puedo.

La intendenta de Moreno, Mariel Fernández, está casada con Estaban “El Gringo” Castro, secretario de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP)

─¿A los intendentes les molestan los movimientos sociales porque les tercerizaron lo que hacían ellos?

─Hay que comprender los procesos históricos en Argentina de cómo se fueron dando y también los procesos mundiales. Es un efecto de la concentración económica, el desarrollo del capitalismo lo que estamos viviendo. Avance tecnológico, concertación económica por lo tanto hay gente que queda sin empleo. No es culpa de los movimientos sociales. Me puedo ir a mi experiencia, nosotros nos encontramos en soledad, si nadie se hacía cargo de la situación.

─¿Porque el Estado no llegaba?

─El Estado tampoco llegaba o llegaba con cosas que no terminaban de resolver todo. ¿Cómo resolvías el tema de los jardines? Así nacen los jardines comunitarios, la comunidad organizaba sus jardines.

─Arrancaste dando apoyo escolar…

─Participaba de una red que daba apoyo escolar en la mutual El Colmenar. No iba el transporte al Cuartel V. Y mirá la comunidad la capacidad que tuvo de organizar una mutual de transporte. Al servicio se le pidió si podía modificar la frecuencia del colectivo en Cuartel V y dijo que no porque no era rentable. Entonces se organizó una mutual de transporte. El Estado no se hizo cargo de esos trabajadores que quedaron sin empleo, los municipios no organizaron ese sector y los sindicatos no se hicieron cargo de sus trabajadores que se quedaron sin empleo.

─¿Los movimientos sociales ocuparon un vacío?

─Fue la organización que se pudo dar el desocupado. Para mí tiene que ver con la historia, porque fue armado sobre la base de la experiencia de organización del movimiento obrero en la Argentina. Sino, no se hubiera dado. Es un fenómeno que se da en la Argentina, no hay organización de desocupados en otras partes del mundo, es una cosa muy del peronismo, porque acá pasó el peronismo. Esa es la diferencia, más allá de todas las críticas que se le pueda hacer a la organización de los trabajadores, a la CGT, es lo más valioso que tenemos. Existe una organización, son fuertes.

─Pero…

─Pero la realidad es que ese sector no abrazó a sus trabajadores que se quedaron sin trabajo, sino los movimientos sociales no existirían. Cuando empezamos a hacernos cargo de los problemas del barrio, un grupo de jóvenes, hacíamos la organización comunitaria pero decíamos: “No alcanza con que armemos el centro cultural y con que organicemos lo alimentario, lo sanitario, lo educativo, tenemos que poder incidir en la política nacional“. Y la manera que nosotros tuvimos es empezar a sumarnos a un movimiento social que fue el Movimiento Evita, que en ese momento era Movimiento de Trabajadores Desocupados Evita. 

─¿Tenes algún modelo de gestión municipal en el conurbano?

─Voy sacando cosas de todos. Lo de la recolección lo saqué de Avellaneda, porque era una propuesta posible para Moreno. No la última decisión que ellos tomaron que fue municipalizar directamente, sino la anterior, la mixta. Tengo intendentes que me generan más confianza, el compañero de Almirante Brown (Mariano Cascallares). Al principio, el primero con el que fui a hablar fue (Gabriel) Katopodis, si bien ahora no es intendente le tengo mucha confianza. También visité Malvinas Argentinas, fui a ver al compañero de Luján, a General Rodríguez.

─Antes te pregunté si te escuchaban, pero ¿te prestan atención?

─Si no me quieren escuchar, me van a escuchar porque yo hablo siempre. Soy de las que habla mucho en las reuniones. Es una cosa bien de las mujeres plantear las cosas, los hombres por ahí se callan. Yo planteo todos los problemas porque quiero aprovechar los lugares que estoy para resolver los problemas y hacer planteos más allá del municipio, sobre el tema inflación, temas habitacionales de la Provincia. Me gusta poner los problemas sobre la mesa y charlarlos, debatirlo, dar propuestas para resolver. Y me tienen que escuchar porque estoy ahí.

─​¿Tenes tu propia teoría para bajar la inflación?

─Vos no gobernás si no hay soberanía alimentaria. Es muy difícil lo que está pasando, no puede ser que nosotros en Argentina, el Estado se tiene que sentar con el privado para ver si ellos quieren bajar los precios. Es una locura, hay tierra ociosa en la Argentina, no puede ser. Tenemos las mejores tierras del mundo, la pampa húmeda, no la tiene nadie y está acá. Tenemos un territorio extenso, acá nomás. Moreno se está ocupando bastante, pero General Rodríguez es el doble de Moreno y tiene 150 mil habitantes y el resto es campo. Navarro, todo campo, campo, campo, tierra ociosa. En algún momento hay que tomar decisiones más estructurales, de fondo, porque así como estamos el problema no se va a resolver. Si le tengo que pedir a un privado que gane menos para que se pueda distribuir mejor, estamos bastante en el horno porque hasta ahora no acceden.

─Esta semana, en el aniversario de la muerte de Kirchner pasaban discursos en los que hablaba de pelearse y negociar.

─Hay tensiones siempre, con los que tienen que pagar las tasas y no quieren, pero vamos. Porque en Moreno no había nada habilitado, también le estamos dando una formalidad, que puedan estar habilitados. Quiero que todos paguen tasas y vaya a las arcas municipales. Es una discusión pero vamos bien, porque no extorsionamos a nadie y tienen la tranquilidad de que nadie les va a ir a cobrar por fuera. Y si pasa algún vivo, saben que lo pueden denunciar.

─Estamos en una crisis muy grande. Tu antecesor decía tener un grupo con whatsapp con los supermercadistas por algún diciembre complicado entre 2015 y 2019

─Los supermercadistas cero solidaridad, cero. No han ayudado, o con migajas. Los convoqué para que ayuden durante la pandemia porque uno de los problemas principales que teníamos era el tema alimentario, no tanto lo sanitario. La mayoría de la población de Moreno vive de changas. No podían ir a trabajar, era terrible y se organizó comunitariamente también lo alimentario. Se armaron 800 ollas populares, atendíamos 500 comedores, más las ollas que los vecinos organizaban solos y nos pedían ayuda al municipio. Entonces lo alimentario estuvo bastante contenido y contuvo la situación.

─¿Hubo poca colaboración de los supermercadistas?

-No quisieron colaborar con nada. Ni siquiera nos garantizaban el stock de mercadería para las compras que hacíamos desde el Estado. Estoy muy enojada con ese tema porque hay cero, cero empatía. En Argentina tenemos dos problemas, la industrialización del alimento total; la concentración, porque son pocas las ramas, la láctea con La Serenísima, la harina y los fideos con Molinos, Arcor. Son pocas. Pero el otro problema es que son pocas las cadenas de comercialización de alimentos, está muy concentrado. La situación es grave. Si para garantizar el alimento nos tenemos que poner a conversar con pocas personas que tienen mucho poder. No puede ser que otro decida qué vamos a comer y a qué precio lo vamos a pagar, no decidimos nada. Ese es un tema que si queremos seguir gobernando hay que resolverlo.

Mariel Fernández intendenta de Moreno. Foto Lucía Merle

─En alguna etapa cortaste rutas. Ahora que sos intendenta, ¿ves distinto cuando el polo obrero corta la Autopista del Oeste?

─También una utilización política contra el gobierno, por ahí esa es la diferencia, más allá de que hay necesidades. Acá hay un Estado municipal que les da respuesta a todos, a todos los grupos, a los de izquierda también se los atiende. Estoy acompañada por los movimientos sociales más grandes, salvo el Polo Obrero. Me molesta cuando se corta con 20 personas, antes cortábamos con cinco mil. Me molesta cuando hay una utilización política o la práctica de referenciarse por un piquete y no hay organización. Pero bueno, hay mucho menos. Lógico que no vamos a resolver los problemas de la Argentina en Moreno.

─¿Cómo lo ves Alberto Fernández?

─Tiene una responsabilidad enorme y es muy difícil que él no se vea afectado como se ven afectados los distintos gobiernos y líderes del mundo. La pandemia los golpeó a todos y es imposible que no lo golpee a él. Está en un lugar muy difícil, lo comprendo desde ese lugar y me apiado un poquito de él. Creo que hay que acompañarlo. Tanto a él como a Axel Kicillof, porque estoy en la Provincia, los quiero acompañar a los dos para que hagan sus mandatos en las mejores condiciones. Soy de hacer planteos, siempre los hago sobre lo que creo que puede mejorar pero siempre respaldándolos y acompañando a los dos.

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