En 1840 el padre de la educación en Argentina tuvo que exiliarse en Chile durante el segundo mandato de Juan Manuel de Rosas, acusado de conspirar contra el gobernador de San Juan, Nazario Benavídez.
En el país trasandino, Sarmiento inició una intensa labor periodística, primero en los diarios “El Mercurio” y “El Nacional” y luego en la dirección de “El Progreso”, “El Heraldo Argentino” y “La Crónica”. Se vinculó, además, con quien sería su íntimo amigo y protector, el entonces ministro de Instrucción Pública de Chile, y luego dos veces presidente, Manuel Montt.
A instancias de él, Sarmiento fundó en 1842 la primera Escuela de Maestros de América latina, cuyo semillero posibilitó, en seis años, la apertura de 72 nuevas instituciones.
En el país trasandino, además, Sarmiento escribió lo más destacado de su vastísima obra literaria y experimentó las ideas educativas que más tarde plasmó en Argentina. Allí comprendió que un maestro sin vocación debe abandonar la docencia y comprobó la importancia de la lectura integrada y comprensiva.
Consideró más dañino que la falta de escuelas y la escasez de libros, que los maestros enseñen a sus alumnos a leer de memoria, con voz inexpresiva y monótona.
En 1845, Montt envió a Sarmiento a Europa y Estados Unidos para conocer los métodos de enseñanza allí utilizados. El sanjuanino zarpó de Valparaíso el 28 de octubre de 1845, visitó Uruguay, Brasil, España, Francia, Italia, Alemania, Suiza e Inglaterra.
También recorrió Estados Unidos, Canadá y Cuba y, luego de dos años, regresó a Chile llevando consigo la experiencia más decisiva de su vida en materia educativa.
Durante su viaje, Sarmiento conoció al educador estadounidense Horace Mann quien lo asesoró y le facilitó el acceso a todos los establecimientos del mundo que pudieran interesarle.
Mann fue quien elaboró la ley de Educación Pública, Gratuita y Laica que aplicó Estados Unidos desde 1936 y que serviría de base para la creada por Sarmiento para Argentina y Chile.
Durante aquel viaje por Estados Unidos, a Sarmiento le impresionó especialmente el desempeño pedagógico de las maestras de la Escuela Normal de Newton Eats, una pequeña aldea cercana a Boston. El sanjuanino quedó tan sorprendido que, no sólo aplicó esa institución como modelo educativo, sino que también trajo a Buenos Aires a 65 de esas maestras.
Ellas sentaron las bases de la enseñanza normal en Argentina y posibilitaron, en 1869, la fundación de la primera escuela pública del país en la provincia de Entre Ríos.
El 28 de octubre de 1845 Domingo Faustino Sarmiento inició un viaje de 2 años por Europa y América para estudiar distintas organizaciones escolares.
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Guión de Javier Pasaragua. Locución de Pita Fortín.
