El Gobierno busca amortiguar la conflictividad social en ascenso que se traduce en cortes y piquetes. Con ese fin, funcionarios de cinco ministerios recibieron al Frente de Unidad Piquetero en la sede de Desarrollo Social. Al mismo tiempo, aliados del oficialismo se manifestarán el jueves y el viernes en contra del acuerdo con el FMI que negocia Economía, por cambios en el proyecto oficial del Presupuesto y contra las empresas alimentarias. Las organizaciones piqueteras de izquierda quedaron disconformes y definirán en los próximos días si vuelven a cortar accesos y movilizarse la semana que viene.
Funcionarios de segunda y tercera línea de las Carteras de Desarrollo Social, Obras Públicas, Mujeres, Hábitat y Trabajo recibieron casi tres horas a los dirigentes de las organizaciones opositoras. Desde el Ejecutivo insistieron en que ya hay una hoja de ruta para intentar atender algunas de las demandas de los movimientos de izquierda.
El balance de las organizaciones piqueteras, sin embargo, fue en el sentido contrario. Continúa el malestar por las demoras en la entrega de alimentos. “Reparten la comida para cualquier cosa menos para los comedores”, se quejaron los referentes del Polo Obrero. Desde Barrios de Pie-Libres del Sur también señalaron que persiste “una situación de alarma”. “El avance fue muy lento, hay voluntad de seguir reuniéndose, pero no se avanzó en cuestiones concretas”, señalaron. Sostienen que el Gobierno no confirmó un plan de entrega de los alimentos que adeuda y denuncian que la calidad nutricional de los bolsones que entrega es “cada vez peor”.
Tampoco satisface a la mayoría de las organizaciones que estuvieron presentes en el salón Ramón Carrillo, en la planta baja del ministerio, el plan de Obras Públicas para que trabajadores de cooperativas ligadas a las organizaciones construyan 60 mil viviendas. También objetan la falta de continuidad de subsidios para mujeres de bajos recursos víctimas de violencia de género después de los seis meses. Propusieron que sean incorporadas al Potenciar Trabajo, que ya suma más de 1 millón de beneficiarios bajo la órbita de Emilio Pérsico, en Desarrollo Social. Hace dos meses el ministro dijo que no habría más altas en el programa, que durante la actual gestión (igual que en la anterior) se duplicó.
También se quejaron de la falta de conectividad en los barrios populares y señalaron que no hubo interlocutores de Educación en la reunión. El director de Ayudas Urgentes Pablo Pais, habitual interlocutor con las organizaciones, y el resto de los funcionarios del Ejecutivo propusieron sostener la mesa interministerial con las organizaciones y que cada Cartera avance con reuniones por separado. Las primeras serán la próxima semana. “Los ejes fueron la compatibilización de programas sociales en empleo genuino, la urbanización y construcción de viviendas y el abordaje integral de las problemáticas de género”, explicaron desde el ministerio que conduce Juan Zabaleta, quien pasó por la reunión a saludar.
Hace una semana Zabaleta había recibido a dirigentes piqueteros y movimientos sociales.
La nueva metodología se había convenido durante el primer encuentro entre las organizaciones de izquierda y el ministro de Desarrollo a principios de septiembre y se ratificó la semana pasada luego de que el intendente en uso de Hurlingham los recibiera tras movilizaciones y reiteradas amenazas de acampe. El Gobierno sufre la atomización de los grupos de Izquierda.
Cuando Zabaleta recibió a las organizaciones de izquierda, sus colaboradores tuvieron que correr para evitar que los dirigentes del Polo Obrero Tendencia, que se referencian en el histórico fundador del Partido Obrero Jorge Altamira- pernoctaran en la avenida 9 de Julio luego de cortar el Puente Pueyrredón. La conductora de ese espacio Eva Gutiérrez advierte que este miércoles se reunirá con Pérsico a la espera de una respuesta positiva a sus demandas. “Hay compañeros sin cobrar. Si no hay respuesta, vamos acampar”, dice Gutiérrez.
Los aliados contra el FMI y alimentarias
No al FMI. Convocatoria en contra del acuerdo al FMI.
Mientras el Gobierno busca reducir y contener las exigencias de los organizaciones de base de izquierda, sectores que integran el Frente de Todos se movilizan en contra el acuerdo que el Ejecutivo negocia con el FMI, cada vez más observado por el kirchnerismo. La CTA-Autónoma marchará este jueves hacia el Congreso para manifestarse en contra del pago de la deuda. “No al FMI. Por un presupuesto, con soberanía, trabajo y Justicia”, es la consigna con la que la organización sindical convoca a movilizarse.
El oficialismo dejó para después de las elecciones la discusión del proyecto original que envió el ministro de Economía Martín Guzmán y que, con seguridad, será modificado por el oficialismo. La agrupación que lideran Ricardo Peidró y Hugo “Cachorro” Godoy, que la semana pasada estuvieron reunidos con el Presidente durante 2 horas en la Casa Rosada, marcharán al Congreso junto a los demás referentes del grupo Manifiesto Nacional, que integran, entre otros, la Federación Tierra y Vivienda, de Luis D`Elia.
Las objeciones a la negociación con el FMI se multiplican dentro del oficialismo justo cuando trasciende que el ministro de Economía ya tendría cerrado un principio de acuerdo. Varias de esas consignan motorizan el acto en homenaje a Néstor Kirchner en Morón, que organizan el Evita y La Cámpora y que tendría a Alberto Fernández como principal orador. Máximo Kirchner también se explayó en la misma línea en el acto de La Cámpora en Lanús, el sábado.
Ayer. Alberto Fernández con la CTA de Ricardo Peidró y Hugo Godoy.
En tanto, sectores de la CTA de los Trabajadores, que lideran Hugo Yasky y Roberto Baradel y la semana pasada se reunió con Wado de Pedro, se movilizarán también viernes contra la COPAL en el medio de las tensiones por el congelamiento de precios. Ese mismo día, en clave electoral, participarán de un un acto de campaña en Moreno con Axel Kicillof. Algunas de las organizaciones que integran la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) también se movilizarían el viernes en distintos puntos contra las compañías de alimentos. Sin embargo, esa convocatoria no será motorizada institucionalmente por la comisión directiva de la central afín al Gobierno.