Este miércoles comienza el juicio conocido como “sextape”, en el que se acusa a Karim Benzema de un intento de chantaje a su excompañero de selección Mathieu Valbuena, en lo que representó un escándalo que sacudió el mundo del fútbol francés en 2015.
El delantero del Real Madrid, de 33 años y candidato al Balón de Oro por su desempeño con la selección francesa, será juzgado durante tres días, junto a otras cuatro personas acusadas del intento de extorsión.
Dado que el equipo español disputó este martes en Ucrania la tercera fecha de la Champions League, su presencia en el juicio es incierta. Por su parte, Valbuena sí asistirá, según confirmó su abogado Paul-Albert Iweins.
Durante la instrucción de la causa, la defensa reclamó en vano un careo entre ambos jugadores. Mientras que Benzema asegura que solo se trató de un consejo de amigo, Valbuena sostiene que hubo presiones.
El goleador francés se enfrenta a hasta 5 años de prisión y a 70.000 euros (81.000 dólares) de multa por complicidad en un intento de chantaje.
Mathieu Valbuena junto a Karim Benzema en la Selección de Francia. Foto AFP.
Los otros cuatro acusados serán juzgados por intento de chantaje. Uno de ellos, Axel Angot, también está procesado por abuso de confianza, ya que todo comenzó con este hombre, que se mueve en la escena futbolística de Marsella.
El caso
Los hechos se remontan al 6 de octubre de 2015. El delantero del Real Madrid fue a la habitación de Valbuena durante una concentración de los ‘Bleus’ en el centro de entrenamiento de Clairefontaine, a unos 40 kilómetros al sureste de París.
Allí, Benzema le explicó a su compañero de equipo que podía presentarle a “alguien de confianza” para ayudarle a “gestionar” la posible publicación de un video comprometedor, según documentos del caso consultados por la agencia de noticias AFP.
“Cuidado, Math. Son grandes, grandes matones”, le advirtió.
Tras esta conversación, Benzema llamó a su amigo de infancia Karim Zenati, un intermediario de los presuntos chantajistas, a quien dijo: “No nos toma en serio”. Para la acusación, ese “nos” demuestra que “se incluye” en la operación.
Mathieu Valbuena junto a Karim Benzema en la Selección de Francia. Foto Reuters
“Nosotros estamos aquí para ayudarle. Si no quiere, que se arregle con las pirañas”, respondió Zenati, quien explicó a los investigadores que únicamente quiso prevenir a Valbuena de la existencia de la grabación.
“Van a mearle encima”, replicó Benzema, quien en otra conversación calificó al centrocampista de “tarlouze”, una palabra utilizada para burlarse de los homosexuales, aunque luego aseguró que la usó de manera “amistosa”.
El origen del video
En 2014, Valbuena le envió a Axel Angot su teléfono para que transfiera los datos a un nuevo celular. Desde entonces, el exfutbolista del Olympique de Marsella y del Olympique de Lyon le entregó el video sexual en cuestión.
Junto a un amigo, Mustapha Zouaoui, buscó presionar al centrocampista para que pague por la no difusión del video. Para ello, contactaron a Djibril Cissé, que rechazó ponerlos en contacto con Valbuena y advirtió a este último de la existencia del ‘sextape’.
Entonces, pidieron a Younes Houass, que conoce bien el mundo del fútbol, que intervenga. Este hombre contactó a Valbuena antes de abordar la situación con “Luka”, un policía encubierto que actuó como intermediario del denunciante.
Según uno de los abogados, a continuación se produjo un “diálogo de sordos”. Younes, que no está en posesión del video, no formuló ninguna petición de dinero.
Luka llamó en varias ocasiones con Houass, lo que, según la defensa, es una provocación para cometer un delito. El Tribunal de Casación francés invalidó, sin embargo, este argumento.
Con información de AFP
DB