“Currito” es Luis Omar Currumil (23). Condenado a ocho años de prisión por apuñalar hasta la muerte a un hombre en Puerto Madryn, en 2018, recibió un insólito beneficio: la Justicia le dio salidas transitorias para “afianzar sus lazos familiares“.
Pero el detenido no sólo fue a ver a su esposa embarazada en el Día de la Madre, este domingo. Aprovechó la ocasión para escaparse: lo encontraron en la casa de su amante, en la calle Chaco al 400, de Trelew.
Hasta el lugar llegó la esposa del preso, con quien ya tiene un hijo. En realidad, “Currito” pasó el día con ella y luego se fue. La mujer, en medio de un ataque de nervios, atacó a la amante de su marido, quien terminó con heridas en el rostro.
La Policía las separó y luego se llevó a Currumil de nuevo al penal provincial ubicado en la ruta nacional 3, entre Trelew y Rawson.
Currumil fue recapturado.
“Currito” está detenido por haber asesinado en diciembre de 2018 a José Coloma, de 31 años, a quien apuñaló en el barrio San Miguel, de Madryn.
En un juicio abreviado donde reconoció su culpabilidad fue condenado a ocho años de cárcel. Pero ya gozaba hace tiempo de las salidas transitorias teniendo en cuenta el embarazo de su esposa. Eran autorizadas por la jueza Marcela Pérez Bogado.
Ese beneficio le fue otorgado pese a que ya tenía un antecedente de haberse escapado tras violar una medida coercitiva. Fue cuando cumplía prisión preventiva tras ser imputado por el crimen, el mismo por el que finalmente se lo condenó.
En ese entonces, se quebró una pierna en una comisaría de Puerto Madryn y se le otorgó prisión domiciliaria. Lo aprovechó y se escapó. Cuando lo atraparon, dijo se había ido de ese lugar porque se había “autoevacuado” a raíz de las fuertes lluvias que afectaron la casa. Además, “Currito” tenía antecedentes por robo agravado y otros hechos menores.
Currumil está cumpliendo una condena por homicidio.
La Policía no tardó mucho en encontrarlo en esta nueva fuga. Fue a su casa donde estaba su esposa embarazada, quien dio algunas pistas sobre dónde podría estar, ya que solía ir a la casa de la calle Chaco para ver “a unos amigos”.
Así dieron con él. Aunque no estaba con sus “amigos”, sino con su amante.
La bronca de la Policía
El comisario Paulino Gómez, director de Seguridad de la Policía de la provincia, le dijo a Clarín que el hombre escapó con la complicidad de un tercero: “Este muchacho salió transitoriamente porque tenía que afianzar lazos familiares, esos mismos lazos que la familia de la víctima tiene que afianzar en el cementerio”.
Además, fue crítico sobre la manera que se otorgan las salidas transitorias de los presos, muchos de los cuales las aprovechan para escapar. “Cuentan con muchos privilegios. Recuerdo que, hace algunos años, un preso tenía que hacer un trabajo por un estudio y tuvimos que llevarlo al cine. Para colmo vio una película que duró como cuatro horas”, se quejó.
También se supo que, con motivo de la pandemia de coronavirus, muchos presos salen para la denominada “visita íntima”. Son llevados por un patrullero con dos policías hasta la casa donde lo espera su pareja. Y los policías deben aguardar que terminen para llevarlos nuevamente a la cárcel.
El pasado 3 de septiembre, la jueza de Ejecución Penal Marcela Pérez Bogado dispuso las salidas transitorias de “Currito” para los primeros y terceros domingos de cada mes, de 9 a 19. La magistrada le impuso pautas de conducta para los encuentros y dejó formalmente indicado que los traslados debían ser realizados por la Policía.
En la mañana del lunes, la misma jueza que le había dado las salidas transitorias dispuso la orden de captura. “Le caminaron la espalda. Como se dice en la jerga”, ironizó el comisario Gómez.
Ahora Currumil ya está de nuevo en la unidad carcelaria de la ruta 3. Y habrá que ver si vuelve a ser beneficiado para “afianzar sus lazos familiares”. Si es así, debería aclarar dónde.
EMJ