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Si sos fan de “El juego del calamar”, te recomendamos estas 6 películas coreanas en las que la violencia es protagonista

La sangre y lo explícito son parte de la estructura de estos films.

El protagonista de “Oldboy”. (Foto: captura de YouTube)

La serie El juego del calamar demostró que la ficción coreana se instaló de manera definitiva a nivel mundial. Parasite, que se llevó cuatro premios Oscar, destapó en 2020 la olla a presión de un contenido que venía pidiendo pista hacía tiempo. La cultura de la península asiática ya contaba con exponentes sorprendentes y entretenidos que estaban bastante escondidos entre los algoritmos reinantes.

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Lejos del mainstream de Hollywood, el estilo coreano tiene elementos singulares. Uno de ellos es el magistral manejo de guion que exhibe: sus historias siempre muestran giros sorpresivos, tramas adictivas y ultraviolencia, aunque lo que se vea sea un drama. Si la película, además, es de terror o policial, el gore puede ser aún más explícito.

El patio en el que los participantes de “El juego del calamar” intentan sobrevivir. (Foto: Netflix)

Sus argumentos pueden ir desde un torpe policía en busca de un asesino serial, un hombre que jura venganza por haber sufrido años de tortura o hasta el duelo sanguinario entre un criminal y un hombre común, pero todos con una mezcla exquisita donde se confunden la idiosincrasia coreana, las escenas explícitas, el humor sarcástico y la exageración actoral.

En estas seis películas, se ven muchos de estos elementos. Algunas más famosas, otras menos conocidas y que nunca llegaron oficialmente a estas latitudes, el cine coreano tomó un impulso cada vez más acelerado. Y ya es imparable.

Estas 6 películas coreanas violentas te van a gustar si viste “El juego del calamar”

Memorias de un asesino

Antes de destacarse por Parasite, Bong Joon-ho dirigió Memorias de un asesino, un policial crudo, violento, dramático y basado en un hecho real. El film, de 2003, recorre la historia de los policías que intentan encontrar de manera desesperada a uno de los asesinos seriales más escurridizos de la historia de Corea del Sur.

Los detectives de “Memorias de un asesino”. (Foto: IMDb)

Ambientada entre 1986 y 2003, la película arranca con la investigación del crimen de una chica que aparece violada y asesinada en un descampado. A los pocos meses, los casos se empiezan a repetir y acumular, hasta que se ponen a trabajar en el caso a dos detectives. Lentamente, los policías convierten en una cuestión personal a la cacería de un villano que parece ser imposible de atrapar.

Memorias de un asesino es una hija directa del mejor cine negro americano o noir, aquel en el que un policía siempre afectado por cuestiones personales debe investigar crímenes. A la vez, Bong Joon-ho diseñó una producción con algo de ese clima húmedo y depresivo que expuso Pecados Capitales, de David Fincher, en 1995, pero con la textura coreana. Su reflexión final (que no se va a spoilear) es tan impactante como las truculentas muertes que se ven.

En presencia del diablo (The Wailing)

Los argumentos sobrenaturales no son los que habitualmente se exponen en la filmografía coreana de terror. Pero En presencia del Diablo (The Wailing) es una rara muestra de este tipo de trama, más ligada a las japonesas.

Uno de los protagonistas de “The Wailing”. (Foto: IMDb)

El film de 2016 dirigido por Na Hong-jin recorre la historia de una serie de crímenes brutales que se desatan en medio de un pequeño pueblo rural. Sus habitantes, humildes y trabajadores, a su vez, también están afectados por extrañas enfermedades que irrumpieron al igual que los asesinatos. La presencia de un hombre japonés que vive en el bosque cercano alimenta la superstición de la gente que vive en una paranoia constante. Cuando un policía es mandado a investigar qué pasa, la oscuridad está a punto de expandirse.

Sangrienta, potente y sin dobleces, En presencia del diablo (The Wailing) tiene una lógica intrincada que mezcla la brujería y las maldiciones, al mejor estilo El exorcista. Como siempre en el estilo coreano, el final es explosivo e inesperado.

I Saw the Devil

La temática de los asesinos seriales se repiten una y otra vez en el cine coreano. I Saw the Devil, de 2010, muestra como ninguna otra, la manera de actuar de un criminal bestial que solo tiene maldad. Dirigida por Kim Ji-Woon, no es una película fácil de ver: tiene varias escenas ultra gore que no son para cualquier público.

El duelo sanguinario entre los protagonistas de “I Saw the Devil”. (Foto: IMDb)

La trama, además, es una mixtura muy original entre un policial, un slasher y un western, donde el clima helado advierte que los personajes principales son tan fríos como la nieve o la lluvia que cae todo el tiempo. La historia es la de un psicópata que mata sin contemplaciones y de una forma brutal a mujeres muy jóvenes. Un día, el novio de una de sus víctimas lo empieza a perseguir: la lucha encarnizada que tienen los dos es una de las más sanguinarias del cine coreano.

Además de tener algunas secuencias que pueden emular el torture porn de El juego del miedo y Hostel, el director Kim Ji-Woon dejó entre líneas cierta predilección por los duelos de los spaghetti western, pero mucho más sucios. En 2008 había dirigido The good, the bad, the weird, una especie de homenaje en clave híperviolenta de El bueno, el malo y el feo, un clásico de Sergio Leone protagonizado por Clint Eastwood.

Oldboy

Una de las mejores películas coreanas de la historia. Oldboy tiene una laberíntica trama, en la que se van decantando diferentes géneros en una misma película: terror, suspenso, acción y drama. Todo es desproporcionado: la actuación magnífica de Choi Min Sik, la singularidad del argumento, la resolución sorpresiva y la violencia más brutal.

Una de los momentos más violentos de “Oldboy”. (Foto: IMDb)

Dirigida por Park Chan-wook en 2003, la trama de Oldboy recorre varios años en la vida del protagonista, que un día aparece secuestrado en un cuarto de hotel y con solo un televisor, sin entender nada. Tras 15 años de estar en cautiverio y con la mente absolutamente trastocada, empieza la búsqueda de la persona que está detrás de todo. No va a ser fácil, como tampoco saber por qué vivió esa pesadilla.

Memorable film de uno de los más destacados cineastas asiáticos que integra lo que se llama “trilogía de la venganza”, junto con Sympathy for Mr. Vengeance y Lady Vengeance, dos de sus otras películas. Oldboy pasa de la acción más pura al drama más lacrimógeno de un segundo a otro. Todo sin ninguna sutileza.

Invasión Zombie (Train to Busan)

Desde hace años que el subgénero de los zombies viene destacándose tanto en televisión, cine y streaming. Desde La noche de los muertos vivos hasta The Walking Dead, las ficciones de este estilo ya están instaladas. Invasión Zombie (Train to Busan) fue hasta la llegada de Parasite una de las películas más taquilleras de Cora del Sur.

Una zombie de “Invasión Zombie (Train to Busan)”. (Foto: IMDb)

La película cuenta la historia de un hombre divorciado, Sok-woo, que debe trasladar a su pequeña hija desde Seúl hasta la ciudad de Busan. Cuando suben al tren que los llevará a destino se desata una pandemia incontrolable: el contagio de un virus que convierte a la población en una turba de zombies asesinos. El destino los unirá a otros pasajeros, con quienes deberán sobrevivir como sea.

Dirigida por Sang-ho Yeon, la construcción de los muertos vivos tiene más que ver con los infectados de Exterminio que con los de las primeras películas del género creado por George Romero: estos son extremadamente violentos, actúan por impulsos y se transforman demasiado rápido. Alguien puede pasar a ser un furioso mordedor de brazos y torsos en solo 30 segundos.

The Host

The Host, de 2006, tiene también a Bong Joon-ho, el realizador de Parasite, como su director. En este caso no hay ni zombies ni asesinos seriales: hay un ser gigantesco que desata una catástrofe en Seúl, al mejor estilo Godzilla o King Kong.

La nena protagonista de “The Host”. (Foto: IMDb)

En el río Han de Seúl aparece un monstruo desconocido que mata a decenas de personas. Una nena desaparece y su padre la empieza a buscar por todos lados hasta encontrar el lugar donde quedó secuestrada. La verdad de lo que pasa en la ciudad empieza a salir a la luz.

Como todas las películas que integran esta lista, The Host mezcla géneros como el cine catástrofe, la acción, el suspenso, el terror, la comedia y el drama. Su historia, lejos de ser solo un entretenimiento para la pantalla grande, es una crítica feroz a la militarización de la sociedad surcoreana y a la alienación de la población.

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