Días atrás, Alberto Fernández recibió una carta de disculpas con el sello del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA). Los empresarios se lamentaron por las críticas que surgieron en el chat abierto del coloquio durante la participación del Presidente del año pasado y le enviaron la invitación para que vuelva a ser parte del evento este año. Aceptó la convocatoria aunque sabía que era un público adverso y en este contexto le pidió al sector que haga “su aporte” en medio de la crisis económica; les dijo que será “inflexible” ante la suba de precios, solicitó nuevos acuerdos y anunció la firma de un decreto para facilitar el empleo privado a beneficiarios de planes sociales.
El jefe de Estado preparó su discurso con apenas una colaboración del secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, y se presentó ante un grupo de empresarios repletos de reclamos por una inflación que no da tregua, la incertidumbre sobre un tipo de cambio pisado, un acuerdo con el FMI que tarda en cerrarse, cepos y controles de precios que vuelven a encender las alarmas.
“Somos una sociedad con bandos en pugna y ya es hora de que tratemos de profundizar nuestros acuerdos y minimizar nuestras diferencias”, dijo Alberto Fernández en el cierre del 57° Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina realizado en el Centro Costa Salguero.
A pocas horas de conocerse el índice de inflación de septiembre, que fue del 3,5%, número que marcó el mayor nivel en cinco meses, Alberto Fernández les pidió a los empresarios hacer “su aporte” ante el desafío de contener los precios. “Hemos visto que en septiembre y en lo que va de octubre los precios de los artículos de la canasta familiar se han incrementado de manera incomprensible. Debemos encontrar el punto de equilibrio para que esa suba cese. Queremos hacerlo en acuerdo con los industriales y cadenas comercializadoras”, dijo el mandatario. Y advirtió: “Sepan que seremos inflexibles en esta materia. El pueblo argentino no puede ser la víctima de la especulación y ambición de algunos. Una sociedad donde unos pocos ganan y millones pierden no es una sociedad. Es una estafa”.
La carta de disculpas que llegó días atrás al despacho del jefe de Gabinete, Juan Manzur, ayudó a distender un vínculo que el año pasado se había quebrado. En plena pandemia, el Presidente había decidido abrir el coloquio de 2020 desde la quinta de Olivos y a través del Zoom. Mientras hablaba el chat grupal de empresarios se encendió para comenzar a lanzar críticas. “Cuándo va a comenzar a gestionar”, escribió en aquel momento Facundo Favelukes de BVS TV. Esto hizo que aparecieran otras quejas y que la participación presidencial quedara opacada ante la reacción empresarial.
“El Presidente quiso dar un gesto positivo ante el sector teniendo en cuenta lo que pasó el año pasado, en los últimos días los empresarios se mostraron avergonzados por el coloquio anterior. Alberto Fernández cree que este es un espacio importante para poner la palabra del Gobierno y lo hizo”, dijeron en su entorno.
El primer mandatario aprovechó el escenario para anunciar la firma de un decreto para crear un sistema que permita a los beneficiarios de planes sociales poder ser empleados en la actividad privada “sin perder ese derecho”.
“Cambiar planes por empleo. Ese debe ser nuestro primer objetivo. De ese modo estaremos combatiendo frontalmente a la pobreza que hoy ha sumido a millones de familias argentinas”, dijo el mandatario ante los empresarios. Y agregó que “el primer gran problema (de Argentina) es terminar con la desocupación creando empleo genuino. La asistencia del Estado no puede ser el remedio para la falta de empleo. La asistencia es un paliativo para sobrellevar la pobreza”. En este sentido, coincidió con algunos conceptos expresados durante la intervención que en este foro realizó el papa Francisco.
El Presidente también se refirió a la prohibición de despidos y la doble indemnización, medidas que aseguró que fueron tomadas excepcionalmente para atender la crisis económica provocada por la pandemia. “Las medidas de excepción que hemos tomado: prohibición de despidos y doble indemnización, deben ser entendidas de ese modo. Han sido dispuestas en un momento de excepción y no van a sostenerse en el tiempo”, dijo.
El Presidente llegó al coloquio con retraso y sin tiempo para charlar con empresarios. Terminó su discurso y dejó el lugar sin escuchar el cierre a cargo de Roberto Murchison (presidente de IDEA y del Grupo Murchison). Sin embargo, en la previa ya Fernández sabía de qué se trataría ya que habían acercado posiciones por su participación. “Fue un cierre equilibrado”, se limitaron a decir desde la Casa Rosada sobre este discurso.
Para empresarios fue un mensaje “errado”
Mirta Fernández
Los ejecutivos que asistieron al Coloquio de IDEA destacaron la presencia de Alberto Fernández, y el tono “moderado” del discurso. Pero para algunos de ellos el mensaje fue “errado”.
“Es la primera vez en mucho tiempo que un presidente peronista viene a IDEA, es muy importante. Pero el mensaje está a contramano de lo que necesita el país”, opinó a PERFIL Miguel Arrigoni, de First Capital. “El proteccionismo laboral que él rescata no se lleva con la realidad, Argentina tiene alta una desocupación. Tanta protección desincentiva la contratación. Su mensaje fue errado”, juzgó.
En sintonía, Miguel Blanco, de Swiss Medical, manifestó que “en varios paneles se planteó la necesidad de reformas en el régimen laboral para actualizarlo y disminuir la judicialización y generar empleo”. “El Presidente vino a contestar diciendo que no está dispuesto a ninguna reforma, con argumentos y ejemplos de otros países que no son aplicables a la realidad argentina”, evaluó.
Para Antonio Aracre, CEO de Syngenta “fue uno de sus mejores discursos”. “Habló de todo, de la necesidad de generar trabajo, de educación, de que es tiempo que vaya terminando la doble indemnización y la prohibición de despidos, de alcanzar un acuerdo con el FMI, es valiosísimo”, destacó.
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